Para que el funcionamiento de su producto sea óptimo, debe
limpiarlo con frecuencia (aproximadamente una vez al mes).
Nota: No utilice
un cepillo duro, benceno, alcohol o diluyente de pintura para
limpiar el producto ya que lo podría dañar. No utilice aceites u
otros lubricantes dentro del producto o permita que el agua penetre
en el interior.